El ex presidente y actual diputado nacional Néstor Kirchner murió hoy a los 60 años, tras sufrir un paro cardíaco en su residencia familiar de El Calafate, provincia de Santa Cruz. Kirchner se encontraba con su esposa y actual mandataria Cristina Fernández, con quien compartía 35 años de matrimonio y dos hijos, cuando sufrió una descompensación y debió ser trasladado a un hospital, al que llegó en estado muy grave. Los médicos del ex mandatario confirmaron el falleció a las 9.15 "como consecuencia de un paro cardiorespiratorio no traumático”. La impactante noticia encontró a los argentinos obligados a permanecer en casa hasta las ocho de la tarde a causa del censo poblacional que se realiza una vez cada 10 años.
Kirchner llegó a la presidencia de la Nación en el 25 de mayo de 2003, luego de obtener el 22% de los votos en la elección del 27 de abril y de que el otro candidato, Carlos Menem, decidiera abandonar la carrera para presentarse en la segunda vuelta electoral. Lo que es indudable es que Kirchner no abandonó la escena política cuando cedió en 2007 la presidencia a su propia esposa, sino que ha mantenido hasta ahora una fuerte presencia e influencia. Es por ello que la falta de Kirchner deja la sensación política de que falta el Presidente. Kirchner era hasta hoy el referente de la política argentina, el que tenía la iniciativa e imponía los temas y los tiempos políticos desde que llegó al poder en 2002. “Es la primera vez en la historia argentina que la ausencia de alguien que no es el Presidente genera una situación semejante”, asegura Rosendo Fraga director del Centro de Estudios Unión para la Nueva Mayoría.
Cristina Fernández ocupa ahora el centro de la escena y tiene la oportunidad de ejercer el poder por sí misma, un año antes de las elecciones y trece meses de que termine su mandato. También tiene la oportunidad de modificar, rectificar, corregir, cambiar una serie de aspectos, estilos, orientaciones y políticas impuestas por su marido, que llevaron a que el gobierno, con la economía creciendo al 9%, tenga la aprobación de sólo uno cada tres argentinos. Esta desaprobación ciudadana se debe en parte a las alianzas con la derecha peronista y la corporación sindical, a una obsesión por controlar los medios de comunicación, a los que intentó arrebatarle señales de cable y frecuencias radiales, y últimamente a causa de las acusaciones por un supuesto enriquecimiento ilícito durante su estancia en el poder. A pesar de esto hay quienes no olvidan que Kirchner fue quien lideró la recuperación de Argentina tras la crisis de 2001, lo que le permitía contar con un fuerte respaldo entre los sectores populares de la población y organizaciones de derechos humanos.
El vacío suramericano
Kirchner, muy activo políticamente, era el actual Secretario General de UNASUR (Unión de Naciones Suramericanas), cargo al que había llegado en mayo de este año y en el cual realizó tareas diplomáticas. Participó activamente en el acercamiento entre Colombia y Venezuela, con varias rupturas de relaciones debido a diferencias en la lucha contra la guerrilla y la instalación de bases estadounidenses en la región, y un destacado protagonismo para el sostenimiento del presidente Rafael Correa, en Ecuador, después del levantamiento policial que tuvo en vilo a Ecuador durante casi dos días, a fines de septiembre.
Kirchner, muy activo políticamente, era el actual Secretario General de UNASUR (Unión de Naciones Suramericanas), cargo al que había llegado en mayo de este año y en el cual realizó tareas diplomáticas. Participó activamente en el acercamiento entre Colombia y Venezuela, con varias rupturas de relaciones debido a diferencias en la lucha contra la guerrilla y la instalación de bases estadounidenses en la región, y un destacado protagonismo para el sostenimiento del presidente Rafael Correa, en Ecuador, después del levantamiento policial que tuvo en vilo a Ecuador durante casi dos días, a fines de septiembre.
Su figura era importante porque era de las pocas con aceptación entre las diferentes tendencias que se manifiestan dentro del bloque: los países de izquierda "bolivariana" acon marcada política antiestadounidense (Venezuela, Bolivia, Ecuador), aquellos de centroizquierda más moderada como Brasil, Uruguay, Paraguay y Chile, y los de centro derecha más cercanos a Washington como el Perú de Alan García, la Colombia de Álvaro Uribe e incluso Chile después de la asunción de Sebastián Piñera.
A pesar de lo inesperado del fallecimiento de Kirchner, ya se manejan los posibles sucesores al cargo entre los que figuran varios ex presidentes como el brasileño Luis Inácio Lula Da Silva, que deja el poder en enero, la chilena Michelle Bachelet y el uruguayo Tabaré Vázquez.
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